viernes, 23 de octubre de 2015
El bajo en los años treinta
A mediados de la década de los treinta, el inventor y guitarrista Paul
Tutmarc, de Seattle (Washington), desarrolló el primer bajo eléctrico de
cuerpo macizo de la historia, un instrumento muy similar a los bajos
que conocemos hoy en día, que disponía de trastes y que había sido
diseñado para ser sostenido y ejecutado horizontalmente. En 1935, el
catálogo de ventas de la compañía de Tutmarc, Audiovox, ofrecía su
"violín-bajo electrónico", un instrumento de cuerpo sólido con un mástil
de 30 pulgadas y media que disponía de trastes.
Los años setenta
La años 70 asistieron a la fundación de la compañía Music Man por parte de Leo Fender, cuyo buque insignia era el modelo Stingray, el primer bajo producido en serie con electrónica activa, esto es, con un preamplificador incorporado que permite disminuir la impedancia de la circuitería de la pastilla incrementando el volumen de salida y posibilitando la ecualización activa del instrumento. Distintos modelos se fueron identificando con estilos de música particulares, y, así, el modelo 4001 de Rickenbacker se asociaba con bajistas de rock progresivo como Chris Squire de Yes, mientras que el Stingray de Music man se identificaba con el estilo funk del bajista de sesión Louis Johnson.
La años 70 asistieron a la fundación de la compañía Music Man por parte de Leo Fender, cuyo buque insignia era el modelo Stingray, el primer bajo producido en serie con electrónica activa, esto es, con un preamplificador incorporado que permite disminuir la impedancia de la circuitería de la pastilla incrementando el volumen de salida y posibilitando la ecualización activa del instrumento. Distintos modelos se fueron identificando con estilos de música particulares, y, así, el modelo 4001 de Rickenbacker se asociaba con bajistas de rock progresivo como Chris Squire de Yes, mientras que el Stingray de Music man se identificaba con el estilo funk del bajista de sesión Louis Johnson.
De 1980 en adelante
Con la llegada de los años ochenta luthiers e ingenieros continuaron
explorando nuevas posibilidades. Ned Steinberger presentó un bajo sin
cabezal ni cuerpo ya en 1979 para continuar con sus investigaciones,
como el uso de materiales alternativos como el grafito, o la palanca de
trémolo para el bajo, presentada en 1984. En 1987 la compañía Guild
lanzó su modelo Ashbory, un instrumento fretless de dimensiones
reducidísimas (escala de 18 pulgadas) que usaba cuerdas de silicona y
una pastilla piezoeléctrica, y que ofrecía una simulación más que
aceptable del sonido del contrabajo acústico. A finales de la década de
los ochenta el show "Unplugged" de la cadena musical norteamericana MTV
ayudó a popularizar los bajos acústicos, de caja hueca pero amplificados
mediante pastillas.